Wednesday, July 17, 2013

La Risueña Sanguinea


El temperamento de la Risueña Sanguinea es cálido y vivaz. Nunca duda en disfrutar la vida y busca que los demás encuentren en ella el gozo que tiene. Es extremadamente sentimental y puede vivir cada emoción a flor de piel. Su forma de vida es la descripción perfecta de la palabra alegría. 
Es tan comunicativa que muchas veces le sobran las palabras, incluso habla antes de pensar. Es la narradora perfecta de cualquier evento y no se brincará ningún detalle. Es genuina emocionalmente y puede empatizar con cualquier emoción. Risueña tiene la capacidad de hacerte sentir como la persona más especial para ella. 

Sí, Risueña es super-extrovertida, aventurera, optimista y siempre alegre. Es fácilmente inspirada. Soñadora y audaz. No pasará mucho tiempo para que Risueña ya tenga nuevos planes y aventuras por emprender. 
Su corazón es tierno y compasivo. Genuinamente disfruta de la compañía de la gente y nunca le harán falta amigos. Tiene la capacidad de vivir en el presente y despreocuparse de los problemas de la vida. 
Sin duda alguna Risueña es el temperamento más alivianado. Los problemas no son un impedimento para ella, más bien, muchas veces se comporta como si no existieran. Su optimismo puede incluso nublarle la vista. Sin embargo, como en todos los temperanentos, el paquete de fortalezas también incluye debilidades. 

A pesar de ser soñadora y audaz tiene poca disciplina y probablemente no lleve a fin sus planes. Risueña puede tener una voluntad débil. La falta de disciplina puede impedirle terminar las tareas, conseguir un mejor puesto en el trabajo, e incluso seguir una dieta. La egolatría es su principal debilidad. Por ello, se preocupa demasiado por su imagen y por el "que dirán" de los demás. 
Es un temperamento fácilmente olvidadizo. La mayoría de las veces habla más de lo que debe y toca demasiado a los demás. Generalmente, su temperamento es sumamente atractivo al sexo opuesto y por consecuencia, puede afrontar gran tentación sexual. Incluso, ser tan extrovertidos podrá dar una mala impresión a algunas personas creyéndola falsa o muy confiada de si misma. Tiende a exagerar las cosas, sobre-dramatizar la situación, embellecer cualquier error e incluso engañar a fin da salirse con la suya. 

El mayor temor de Risueña es el rechazo y la desaprobación. Recuerda que le importa mucho la opinión de los demás y a pesar de ser confiada en si misma teme fracasar en el área personal. Cuando las cosas no salen como quisiera no duda en componerlas por su propia cuenta creyendo que "el fin justifica los medios".
Ahora conocemos un poco más acerca de Risueña Sanguinea un temperamento alegre y optimista, indisciplinado y ególatra. ¿Crees identificarte con Risueña? ¿Disfrutas de la compañía de la gente? ¿Te preocupa demasiado la opinión de los demás? 

No olvides que las fortalezas y debilidades de nuestro temperamento nos ayudan a conocernos mejor. Conforme vayamos avanzando conoceremos más acerca de Risueña y como fortalecer sus debilidades y potencializar sus fortalezas. Inspirate en la historia de mujeres que se atrevieron a ser ellas mismas y transformaron su sociedad,  e incluso la historia de su nación. Descubre más acerca de los otros temperamentos. Compréndete mejor para que te puedas amar más. 

Thursday, July 11, 2013

Conoce tu temperamento


Sabias que… tu temperamento influencia todo lo que haces. Es la esencia de quien eres y como fuiste creada. Humanamente no hay influencia más poderosa en tu vida que tu temperamento. Existen cuatro tipos de temperamento: Sanguíneo, Colérico, Flemático y Melancólico

El sanguíneo llegará platicando acerca del tiempo, sus amigos y su vida. El colérico será directo. Buscará la manera de hacer que los demás se ajusten a sus necesidades y a sus gustos. El melancólico suspirará y hablará lentamente, se sumergirá en los detalles más precisos de cada situación. El flemático supondrá que nada ha pasado y seguirá en la vida evitando cualquier confrontación. 

Sepamos que todas tenemos un poco de todos los temperamentos, sin embargo hay uno que predomina en su mayoría. Nos comportamos de acuerdo a nuestro temperamento. influencia la forma en la que comemos, dormimos, nos comportamos, la forma en la que vestimos e incluso nuestra vida en la iglesia. El conocer cuál es tu temperamento será una herramienta indispensable para poder comprenderte a ti misma y a las demás personas. 

Pero primero… ¿Que es el temperamento? 
El temperamento es la combinación de las características con las que nacemos y que afectan subconscientemente el comportamiento humano. La combinación de genes y cromosomas de tus padres  determinan la forma en la que reaccionaras y te comportaras incluso nueves meses antes de que nazcas. Es lo que hace que una persona sea platicadora y extrovertida o tímida e introvertida. 

El carácter es la verdadera tú. Es decir, resulta en el temperamento modificado por las instrucciones que has recibido desde pequeña. La forma en la que fuiste educada, tus hábitos, tus creencias y valores. Podría expresarse como el temperamento "educado". 

La personalidad es la forma en la que nos expresamos. Puede confundirse con el carácter sin embargo, esto depende de que tan honestos seamos con nosotras mismas. Frecuentemente la personalidad es una simple "mascara" que ponemos ante la sociedad ya que no queremos reflejar lo que nuestro carácter verdaderamente es. Es lo que mostramos a los otros. 

A lo largo de estas semanas estaremos conociendo acerca de los diferentes temperamentos y como podemos resaltar sus fortalezas y "minimizar" sus debilidades. Un psicólogo cristiano llamado Henry Brandt define a una persona madura en relación al conocimiento de su temperamento: 
"Una persona madura es aquella que es lo suficientemente objetiva acerca de sí misma como para conocer tanto sus fortalezas como sus debilidades y ha creado un plan para vencer sus debilidades". 

Recorramos este camino juntas descubriendo cuales son las características que mejor nos describen. Conozcamos nuestras fortalezas y aprendamos de nuestras debilidades. Descubramos nuestra esencia y aventurémonos en cumplir con nuestro propósito. 

Thursday, July 4, 2013

Resguárdate en tu príncipe azul


Que el corazón de una mujer esté tan escondido en Dios para que un hombre tenga que buscarle a Él para encontrarle a ella. 


Todas hemos soñado con ese día maravilloso en el cual un apuesto príncipe (por supuesto con un auto increíble, muy guapo y con el dinero suficiente para consentir cada uno de nuestros gustos), llegue a rescatarnos del dragón (si, el dragón de nuestros miedos, debilidades y monotonía). Y claro, es valido soñar. Pero, ¿Qué estamos haciendo nosotras para convertirnos en esa princesa digna de ser rescatada? 

Como mujeres añoramos ser conquistadas y enamoradas. Sin embargo, es cada vez más común toparse con mujeres que huyen a cualquier expresión de amor que pueda hacerlas vulnerables. Vivimos en un mundo en donde el "sentir" es considerado debilidad y el carácter de un hombre (o mujer) se mide en logros externos más que en riqueza espiritual. Claro está; entonces, que hemos sustituido nuestra esencia femenina por una "máscara" de masculinidad. 

Hemos adoptado roles y funciones que no nos corresponden. Vivimos tratando de demostrarle al mundo y a nosotras mismas que valemos la pena. Que somos iguales a los hombres y que podemos incluso hacer más que ellos. Pero, sorpresa... ¡No somos iguales! ¡Equivalentes si, pero iguales no! 

Fuimos creadas conforme a la perfecta imagen de Dios.  "Después, el Señor Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo. Haré una ayuda idónea para él. " Génesis 2: 18. La creación ya estaba terminada. Todo había sido declarado "Bueno" por su rey diseñador. Sin embargo, Dios sabía que hacia falta algo mas… ¡Tú!

Nuestra naturaleza femenina fue creada para demostrar la sensibilidad y enriquecedora belleza de nuestro creador. La fuerza del amor y apoyo incondicional. El esplendor de un Dios que ama ilimitadamente. 

Hemos tratado de borrar todo indicio de vulnerabilidad y ser más como ellos para amarnos más. Sin embargo, nuestra naturaleza femenina es más fuerte y bella cuando la abrazamos. Nuestras capacidades son potencialidades cuando decidimos aceptarnos. Nuestra belleza es irradiada cuando amamos quienes somos. Somos la culminación de la creación. Lo que Dios creó siendo "bueno en gran manera" (Génesis 1:31). 

Resguarda tu corazón y tu femineidad en el único amor que va a ser fiel… Dios. Coloca tus sueños y esperanzas en quien no te va a lastimar… Dios. Ama al que te amará siempre y obsérvate a través de sus ojos. Eres lo más bello que Él ha creado. Expresa tu vulnerabilidad en el único que te va a fortalecer a través de ella. 

¡Si, Dios te ama! Dios tiene a alguien para ti. Dios sabe los deseos de tu corazón. Dios conoce tus luchas y fracasos, tus miedos y sueños. Busca su fortaleza y resguarda tu corazón en Él. Refúgiate en el príncipe azul que te rescató de las manos del enemigo y te ha dado un reino eterno más valioso que oro y plata. 

"Y el rescate que Él pagó no consistió en oro y plata sino que fue la preciosa sangre de Cristo, el Cordero de Dios, que no tiene pecado ni mancha" I Pedro 1:18-19 NTV

Apégate a tu Dios y descubre que tu femineidad es más valiosa de lo que crees. Tu eres el complemento perfecto de la creación humana. Si buscas primero el reino de Dios… "todo lo demás será dado por añadidura" (Mateo 6:33). 

Que tu corazón esté puesto en Dios y Él se encargará de darte un hombre que lo ame más a Él que a cualquier otra cosa. Se la princesa que tu príncipe necesita. Porque si tu corazón está resguardado en Él entonces tus expectativas no serán decepcionadas cuando un hombre no logre cumplirlas. No olvides que tu príncipe también tiene su esperanza puesta en Él y ama tanto a su Dios que respeta y valora su mejor creación… ¡Tú!

Y recuerda… Una mujer hermosa no es la más joven, ni la que tiene el mejor cuerpo o la ropa más fina es aquella cuya vida refleja la belleza de su creador… cuya sonrisa inspira y motiva. Es aquella que no tiene miedo a aceptarse tal cual es y reconoce su valor. Y un hombre… un verdadero hombre es aquel que ama y valora a una mujer así sintiéndose orgulloso de tenerla como compañera. ¡Es aquel que ama como Dios amó a su Iglesia!